Esperan ejecución de 8 mexicanos
En la prisión de Polunsky Unit, en Texas, Estados Unidos, hay 233 reos en espera de que las autoridades estadounidenses determinen su fecha de ejecución. De éstos, ocho son de nacionalidad mexicana e ingresaron entre 1980 y 2011, de acuerdo con los registros del Departamento de Justicia Criminal de ese estado. Lo anterior lo publicó el diario El Universal.
Los delitos por los que fueron sentenciados son, principalmente, violación y homicidio. Este último, por lo general por motivos de venganza o rivalidad entre pandillas.
El mexicano más joven en ser procesado fue Félix Rocha; tenía 18 años cuando asesinó a un guardia de seguridad de un complejo de departamentos en Houston.
Algunos casos
El caso más reciente de un mexicano sentenciado en Texas es el de Areli Carbajal Escobar, de 38 años. Ingresó a prisión en mayo de 2011 por violar a una mujer de 17 años a quien además apuñaló. Es uno de los ataques más violentos de los criminales en la lista de espera para recibir la inyección letal.
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Ramiro Ibarra, de 32 años, originario de Zacatecas estuvo prófugo 10 años. En 1997 violó y asesinó a una mujer de 16 años. Estranguló con un cable de corriente eléctrica a su víctima.
César Fierro, lleva más de 30 años esperando que lo ejecuten. Fue procesado en 1980 acusado de asesinar de un disparo al taxista Nicolás Castañón, en el condado de El Paso, Texas, y hasta el momento no sabe cuándo recibirá la inyección letal.
Recluido en este mismo corredor, Robert Moreno ingresó en junio de 1993 acusado de matar a su esposa y sus dos hijos. Los cuerpos de las víctimas se encontraron enterrados en su domicilio. Después de 24 años, sigue a la expectativa de cuándo se cumplirá el plazo de su sentencia.
Características
– La mayoría de los connacionales sentenciados provienen de estados del norte y centro del País como Guanajuato, Zacatecas, Chihuahua y San Luis Potosí.
– En seis de los ocho casos, tienen un grado académico medio, es decir, entre nueve y 11 años de estudio.
– En México esto representa un nivel de educación entre secundaria y preparatoria.
– La mayoría tenía entre 26 y 28 años cuando cometieron los crímenes, de acuerdo con los registros oficiales.