Ricardo Peláez dio la orden en el vestidor, impidiéndole a Ignacio Ambriz opinar sobre el encuentro en conferencia de prensa y ocasionando que sus jugadores caminaran sin detenerse en zona mixta rumbo al autobús del equipo.
Minutos después de que los locales habían terminado de atender a medios de comunicación, el grueso del plantel americanista salió del vestidor al ritmo de música de banda y apresurando el paso para evitar las cámaras y micrófonos. Peláez, quien fue de los últimos en salir, tampoco quiso detenerse.