Y en Estados Unidos, avanza la mariguana recreativa
EL PASO, Texas (Proceso).- La mariguana recreativa ha ganado terreno en ocho entidades de Estados Unidos y en cuatro de ellos la economía disfruta ya de sus beneficios.
En Colorado, primer estado que la legalizó para uso recreativo, la recaudación de impuestos por venta de cannabis medicinal y lúdico entre el 1 de enero de 2014 y lo que va de 2017 ha sido superior a los 500 millones de dólares, una cantidad equivalente a 1.8% del presupuesto estatal para el año en curso.
Y en el estado de Washington, donde la mariguana recreativa empezó a venderse seis meses después que en Colorado, con un gravamen de 37% sobre ventas, se recaudaron poco más de 400 millones de dólares entre 2014 y lo que va de 2017, según datos del Buró de Licores y Cannabis del estado. Para los próximos dos años se espera recaudar 730 millones de dólares en impuestos por venta de cannabis y productos derivados.
En prácticamente todos los estados que han legalizado la mariguana, sea para uso medicinal o lúdico, las proyecciones por recaudación de impuestos se han quedado cortas. El ejemplo más claro es quizá Oregón, en donde el gobierno subestimó la demanda de los consumidores y proyectó un ingreso por impuestos de alrededor de 16 millones de dólares para el bienio 2015-2017. Sin embargo, en ese lapso recaudó 60 millones de dólares por las ventas de la planta al menudeo.
“Los impuestos por la venta de mariguana no resuelven los problemas fiscales del estado, pero representan una ayuda significativa”, dice Mason Tvert, portavoz de VS Strategies, una consultora establecida en Colorado que se dedica a promover y desarrollar la industria de este producto. “Esos ingresos representan una pequeña fracción del presupuesto general, pero ayudan a cubrir el costo de importantes servicios que de otra manera no estarían disponibles”, señala.
Tvert, quien fue una de las piezas clave en la aprobación de la enmienda 64 que legalizó el uso lúdico del cannabis en Colorado, dice que muchas localidades en el estado han podido usar esos recursos para construir o rehabilitar escuelas, establecer servicios de salud o ayudar a personas sin hogar. “Todo este dinero podría haberse ido por el inodoro o directamente a mercados subterráneos para financiar otras actividades ilegales”.
De acuerdo con un reporte del Consejo Legislativo de Colorado, los impuestos recaudados por cannabis han sido depositados en cuentas para financiar programas de construcción o renovación de escuelas públicas, programas para tratamiento de adicciones y enfermedades mentales, así como estrategias de prevención y educación sobre el consumo de drogas entre poblaciones juveniles. Otra parte de los impuestos ha financiado la operación de las oficinas regulatorias del cannabis.
En Colorado el cultivo y venta de mariguana recreacional se grava con 25% de impuesto sobre el precio final. En Oregón el impuesto es de 17%, mientras que en Washington es de 37%.
Los impuestos a la mariguana medicinal son menores. En 29 de los 50 estados se ha regulado su uso medicinal. En California, el estado productor más grande de cannabis en Estados Unidos, el gobierno proyecta recaudar mil millones de dólares en impuestos una vez que abran las primeras tiendas al público a partir del 1 de enero de 2018.
La mariguana recreativa tendrá un impuesto de 15% sobre la venta, además de un gravamen aplicable a cada onza de flores secas que entren al mercado, y de 2.75% a la onza de hojas secas.
Estimaciones del Centro de Asuntos Agrícolas de la Universidad de California indican que el mercado de la mariguana legal en el estado podría ser de hasta 5 mil millones de dólares a partir de la apertura de los primeros dispensarios y agregan que el consumo de cannabis para uso lúdico representará alrededor de 60% del total de las ventas.
En Maine, Nevada y Massachusetts se preparan también las regulaciones para la entrada en vigor del mercado de mariguana recreativa en 2018. Se espera que el impuesto recaudado sea significativo pero, al igual que en Colorado, no resolverá los problemas económicos asociados al déficit fiscal de cada entidad. Sin embargo, la contribución de la industria a la economía se medirá tanto en términos de generación de empleos como en la creación de múltiples empresas de servicio a la industria del cannabis.
Un reporte de New Frontier Data, una consultora independiente que provee información y datos a la industria del cannabis, estimó que sólo en Colorado la mariguana contribuyó a la generación de 18 mil empleos entre 2014 y 2017. La consultora estima que para 2017 las ventas de cannabis medicinal y recreativo en todos los estados que han legalizado, generarán una cascada de empleos, aunados a unos 745 millones de dólares en impuestos.
Para 2020, los impuestos aplicados a la producción y venta de mariguana ascenderán a 2 mil 400 millones de dólares.
A pesar de su pujanza, la industria de la mariguana sigue enfrentando múltiples obstáculos derivados de su carácter ilegal a nivel federal, lo que ha puesto al margen de la ley a los estados que la legalizaron. Esto se traduce en que la industria y sus empresarios no tienen acceso al sistema bancario ni a préstamos o dinero plástico, y gran parte de sus operaciones son en efectivo o a través de instituciones financieras pequeñas que escapan al escrutinio de las autoridades federales.
Tampoco pueden gozar de las deducciones que aplican a la mayoría de las empresas, por lo que mucho de la ganancia se va al pago de los impuestos. Algunos esfuerzos de constituir organizaciones de crédito para la industria han fracasado por la negativa de la reserva federal a respaldar una industria que no tiene claridad legal en el ámbito federal.
Es incierto aún el futuro de la industria. La administración de Donald Trump aún no ha dado señales de cuál será la política federal con respecto al cannabis y a un posible cambio en su estatus actual de sustancia altamente adictiva y peligrosa. Pero esto no ha detenido el crecimiento y expansión de las empresas dedicadas a la planta.
“En Colorado la expectativa de ventas para este año es de 2 mil millones de dólares”, dice Tvert, quien agrega que, pese a la incertidumbre política, la industria sigue creciendo y otros estados están preparando iniciativas para entrar al mercado legal. Ciertamente, agrega, “hay nerviosismo; muchos empresarios están cautelosos, pero eso no detiene el crecimiento”.