‘Canelo’ Álvarez, la cara del boxeo
La ley del ring en la actualidad es simple: el que genera más dinero, manda. Si hay algo que ‘Canelo’ Álvarez le aprendió bien a Floyd Mayweather Jr. (además de la cátedra que recibió en 2013) fue la forma de hacer negocios, de vender peleas y vender su “invicto”.
La gente pagaba para ver perder a ‘Money’, y aunque ‘Canelo’ goza de una empatía mayor con los fans, tampoco es mentira que un gran sector desembolsa billetes para verlo caer.
Tras el retiro de Mayweather, Canelo, de la mano de Óscar de la Hoya, heredó la cara millonaria de los encordados. Si bien el mexicano ha evolucionado como peleador, el factor mediático terminó por cuajar una imagen favorable y lucrativa.
Canelo es la encarnación del éxito: un niño humilde que vendía paletas en su natal Guadalajara y que muchos años después forjaría su éxito a base de golpes para finalmente concretar su sueño y firmar uno de los contratos más jugosos del deporte con la plataforma DAZN.
Hoy por hoy, el peso de las redes sociales, los contratos millonarios de marketing, el bombardeo incesante de pasajes irrelevantes y efímeros de las vidas personales de los atletas, todo esto termina por darle forma al rostro del éxito que no tiene nada que ver con lo deportivo. Canelo y su promotor han sabido exprimir cada gota.
No cabe duda que Canelo es la cara del boxeo. El mexicano es quien manda en las mesas de negociaciones, en la repartición de los números y las condiciones del contrato. Pero no en lo deportivo. Por ello es que siempre hay dos o tres nombres por encima de él en la lista de los mejores libra por libra. La unanimidad, ligada a la contundencia, sigue siendo su gran pecado.
Once peleas y 365 millones de dólares garantizados y casi 700 millones de billetes verdes generados en nueve peleas de PPV. Esto es lo que Canelo representar hoy día en el boxeo.