El cementerio oculto entre el Valle de las Ranas | Creel

Creel.- A las orillas del Valle de las Ranas en Creel, se localiza un panteón que data de 1915. Ahí, decenas de personas que observaron la llegada de los primeros misioneros fueron sepultadas. Sus tumbas, se han convertido en testigos silenciosos del pasar del tiempo que ha perpetrado las rocas donde gravaron el nombre de los difuntos de origen tarahumara.

Al sureste del centro del Pueblo Mágico se encuentra un valle multicolor. Entre tonalidades verdes por el frondoso césped y el tono amarillo de pequeños girasoles, se observa a lo lejos un cumulo de piedras que pareciera fueran a saltar.

La vereda que conduce al Valle de las Ranas pasa junto al templo de San Ignacio de Arareko. La vieja iglesia hecha de piedra, es el centro de reunión de la comunidad, donde realizan sus celebraciones ancestrales.

A las espaldas del recinto religioso, un pequeño prado rodeado por una antigua pared de rocas, se encuentra un cementerio de más de un siglo de antigüedad, línea del tiempo marcada en las condiciones de las lapidas que se ocultan entre los pastizales.

Justo a la mitad de aquel terreno sagrado, tres tumbas de gran tamaño y una cruz de piedra, dan muestra de los textos que fueron plasmados para referir a quien le pertenecía el eterno descanso. Sin embargo, el paso de los años desgastó las letras, volviendo ilegible las frases entre cortadas.

A lo lejos, casi al final y rodeada de tres rocas color grisáceo, una pequeña placa marcada con la fecha de 1916 mencionaba a una niña llamada Rafaela, quien tras su corta vida falleció un 24 de enero.

Los pobladores mencionan que el cementerio es un lugar sagrado para ellos y sus descendientes, ya que quien descansa bajo la tierra de la sierra tarahumara, en su momento observaron las míticas piedras.

Mientras los cientos de turistas que llegan diariamente apreciar el Valle de las Ranas, el camposanto de más de 100 años pasa desapercibido entre las maravillas naturales, esperando un nuevo inquilino que se reúna con quienes ya se encuentran descansando en paz.