Prometió Lozoya guantes, equipo y hasta seguro social a pepenadores desde 2016
En 2016, durante la primer campaña de Alfredo Lozoya en busca de la Presidencia Municipal de Parral, prometió que, de ganar, otorgaría certeza laboral a los pepenadores del relleno sanitario con una jornada laboral de ocho horas “con su seguro social, su equipo de trabajo, sus guantes y sus overoles”, expresó literal en aquél entonces.
Lozoya Santillán lamentaba que el problema de los pepenadores no era quién les pagara, sino lo que las administraciones han dejado de hacer y ejemplificaba que durante la primer gestión de Miguel Jurado fue cuando se comenzó a construir el basurero donde se encuentra actualmente y cuestionaba qué habían hecho los alcaldes que le precedieron a Jurado Contreras para mejorar las condiciones de quienes laboran en ese lugar.
Parte del discurso del hoy alcalde siendo candidato, versaba sobre “tanta gente que ha hecho negocio con la basura”, según sus propias palabras hace tres años y sentenciaba que se debía poner fin a las condiciones infrahumanas de las 50 personas que hacen de la recolección de los desechos, una forma de vida, ya que quienes lucraban con los desperdicios, no hacían nada en beneficio de quienes trabajan y viven en el basurero.
“Se trata de llevárnoslos a la fábrica (sic), sus jornadas laborales, su seguro social, sus equipos de trabajo, sus guantes, sus overoles, o sea, una empresa en sí, que los veamos como humanos, como personas, porque nadie quiere voltear hacia allá”, expresó, literal, como promesa de campaña para lo que sería su primer periodo al frente de la alcaldía de Parral.
Lo anterior, luego de que Candelaria, una de las muchas personas que laboran por más de 10 horas diarias separando los desechos bajo los intensos rayos del sol y sin equipamiento adecuado, denunciara que jamás le han entregado guantes ni botas, lo que pone en riesgo su integridad ya que está en contacto directo con jeringas, ajugas, cuchillos y vidrio, por mencionar algunos.
El boquete que hace unos años era un orificio de 15 metros de profundidad, actualmente se encuentra cubierto en su totalidad por toneladas de escombro y basura en general que diariamente llega en los camiones recolectores.