A menos de 50 días de Juegos Olímpicos, Río de Janeiro declara “estado de calamidad”
Se prevén cortes drásticos en el gasto público, que podrían ir desde la rebaja de salarios de funcionarios a la reducción del número de empleados del estado.
Este viernes el estado de Río de Janeiro, encargado de una parte de las obras y servicios en la capital fluminense destinados a los Juegos Olímpicos, declaró el “estado de calamidad” por la crisis financiera que tiene a la región al borde de la bancarrota.
El gobernador del estado, Francisco Dornelles, anunció esta tarde la draconiana medida que, como explicó, “abre el camino para que podamos tomar acciones muy duras” como cortes drásticos en el gasto público, que podrían ir desde la rebaja de salarios de funcionarios a la reducción de empleados del estado, pues en 49 días será sede de los Juegos de la XXXI Olimpiada.
Dijo que la “situación crítica del estado” se debe a la caída de la recaudación fiscal como consecuencia de la caída de los precios del petróleo y la desaceleración económica que ha mermado sectores estratégicos como el siderúrgico y el automotriz.
El próximo lunes, Dornelles debe reunirse con el presidente interino de Brasil, Michel Temer, quien dijo esta semana que el gobierno federal ayudará a Río de Janeiro.
En el marco de las Olimpiadas, uno de los asuntos que más preocupa es la finalización de las obras de la línea 4 del metro, fundamental para el plan de movilidad durante el evento, pues está previsto que transporte diariamente a unas 300 mil personas.
Objeto de retrasos desde hace meses, la obra podría no ser terminada a tiempo para el 5 de agosto próximo, día de inicio de la Olimpiada, admitieron esta semana las autoridades, lo que supondría activar un “plan B” que amenaza con colapsar aún más las saturadas vías rápidas de la ciudad hacia el Parque Olímpico.
El estado de Río debía acometer la obra, pero a causa de sus maltrechas finanzas no logró financiar los 989 millones de reales (unos 285 millones de dólares) necesarios para finalizar los trabajos.
El “plan B” de las autoridades de Río de Janeiro consiste en crear un sistema de transporte de autobuses compuesto por unas 160 unidades que enlazarían los barrios turísticos y el centro de la ciudad con el Parque Olímpico en Barra de Tijuca.
(Con información de Notimex).